¿Cómo ser una buena madre primeriza?

Ser madre por primera vez genera una sensación inexplicable, llena de miedos y alegrías, pero siempre con el deseo de las mejores y darle a nuestro bebé la atención y cuidado que se merece.

Para una mujer, la ilusión que despierta el nacimiento del primer hijo solo se compara con el mundo de expectativas que suele acarrear este maravilloso evento; el problema, es que muchas de ellas no siempre se cumplen, complicando el ajuste a la nueva situación que reviste cambios radicales en su ritmo y estilo de vida. Pese a no poder ofrecerle una fórmula exacta, lo que sí se puede es brindarle esos consejos clave, que le ayudarán a ser una mejor madre primeriza. 

En Mejor Mujer, vamos a brindarte algunos consejos para madres primerizas: antes y después del parto.

Si bien es probable que el parto sea lo que más le preocupe respecto a al nacimiento de su primer bebé, la verdadera prueba de fuego es la que llega una vez que tiene a su pequeño en casa; no se trata de romper sus ilusiones o crearle temor, sino de prepararla para un momento que tiene a causar impacto, al menos los primeros días, mientras entiende que todo es cuestión de práctica.

Antes del nacimiento del bebé:

La mayor parte de los consejos que se les ofrecen a las madres primerizas se enfocan en lo que sucedes en el alumbramiento o tras este, restándole importancia al proceso previo; rompiendo este esquema, se presenta lo que debería priorizar antes de la llegada del bebé:  

Es importante contar con todo lo necesario antes de que nazca el bebé.

Fortalecimiento de los lazos familiares


Entre las cosas que más se verán afectadas con la llegada del bebé está la dinámica de la familia; para sus padres, es probable que sea la primera vez que sean abuelos, conversa con ellos respecto a su experiencia, no sólo de las alegrías, sino también de las dificultades que tuvieron que enfrentar.

Los amigos que ya son papás, también pueden ser de gran ayuda, pídeles sus consejos e historias acerca de recién nacidos, la idea es crear una expectativa lo más cercana a la realidad, haciendo caso omiso de las opiniones fuertes y recibiendo de buena manera cualquier consejo.

Planificar


Si maneja la idea de algún familiar le acompañe durante el parto, es momento de consultarlo y verificar que esta persona querrá asumir la importante tarea; por regla, es el padre a quien se desea tener cerca, pero no implica la imposibilidad de que sea alguien más, la meta será que él o la elegida, aporte tranquilidad, incluso si se trata de un asistente de parto.

Hacerse de lo que realmente se necesita


Siendo honestos, cuando las ilusiones se apoderan de la madre primeriza es común que terminen comprando todo cuanto despierta atención en cada visita a tiendas de bebés, no quiere decir que esto sea malo, únicamente que merece prestar atención a lo que en realidad será imprescindibles para el bienestar del pequeño, por ejemplo:

  • Ropa de algodón: reduzca las probabilidades de que las primeras prendas de vestir de su bebé le causen alergia, comprando sólo aquellas de algodón; la rapidez con la que los pequeños crecen hará que las pierdan pronto, intenta no comprar demasiado, pero sí lo suficiente para prever siempre la disponibilidad.
  • Productos de cuidado e higiene: pañales, jabón con pH neutro, toallitas, un cepillo y esponjas especiales para bebés, son algunos de los productos de higiene elementales que como primeriza, se recomiendan comprar.  
  • El lugar en el que dormirá el bebé: por más que quiera que permanezca todo el tiempo en su regazo o muy cerquita, el pequeño necesitará un lugar adecuado en el que descansar, escoge el que mejor se ajuste al método de crianza que pretendas usar y tendrá parte del camino recorrido
  • La bañera y el cambiador: puede que al bebé le cueste adaptarse a las incursiones en el agua durante los primeros días,  pero esto cambiará con el transcurrir de las semanas, de ahí que lo conveniente es que disponga de una bañera adecuada, mejor si funciona como cambiador. 

Preparar la canastilla 


Faltando un mes para la fecha prevista, es esencial que prepare la canastilla que llevará al hospital; para su uso, incluye ropa interior, un par de camisones, zapatillas, compresas posparto, los artículos de higiene habitual y lo que utilizará en su regreso a casa. En cuanto a los del bebé, se recomienda al menos 5 mudas de pijamas o conjuntos de algodón, medias, gorritos y manoplas; asimismo, pañales, toallas y baberos.

Cuando el bebé ya está en casa:

Como se comentaba, son muchos los cambios en la rutina familiar que supone la llegada a casa de un recién nacidos, una de ellos corresponde a limitar los horarios de visita; si bien todos querrán conocer al nuevo integrante de la familia, agotarse con personas entrando y saliendo no es buena idea. 

Siéntase libre de solicitar privacidad, reciba a quienes vayan con intenciones de ayuda con las tareas que se le dificultan realizar, e imponga reglas claras que no comprometan ese espacio que tanto necesita para disfrutar estos primeros días únicos. El apoyo y los consejos siempre serán bien recibidos, pero no permita que terceros vengan a imponer la forma de criar a su bebé.

Los primeros meses con cruciales en el cuidado del bebé y de la madre, así que deberás estar muy al pendiente de este nuevo ser. Sin embargo, con el paso del tiempo podrás empezar a retomar tu vida anterior, hacer ejercicio, tener más tiempo para ti y adecuar tu vida a tu bebé.

La tecnología puede ser aliada


Asumiendo que no cuente con familiares cerca, no se aflija, haga de la tecnología su aliada manteniéndose en contacto con ellos; escriba, mande fotos, y si tiene tiempo, puede incluso grabar un disco o crear un sitio web en el que incluir el proceso de su pequeño.

Igualmente es buena idea, integrarse a algún grupo para familias nuevas, adicional a compartir experiencias, estos grupos maternales permiten hacer nuevas amistades y encontrar el apoyo que en ocasiones, tanto se necesita.

Haga actividad física lo antes que le sea posible


Será normal que como primeriza, el cuidado del pequeño le agote mentalmente, haga del ejercicio una herramienta para liberar tensiones y generar endorfinas. Comience por actividades suaves, una simple caminata la ayudará a sentirse mejor; de ser posible, no vacile en apuntarse en un grupo de recuperación post-parto, la asesoría de fisioterapeutas especializados contribuirá a que recupere su figura habitual en corto tiempo, además de fortalecer su suelo pélvico y el abdomen.

Cuide lo que come, hidrátese y duerma lo más que pueda


La lactancia materna incrementa su demanda de alimento y líquido, brinde a su bebé el aporte nutricional que necesita llevando una dieta balanceada y tomando mucha  agua, evite el mal hábito de picotear entre comidas, y establezca horarios de comida saludables, en los que además organice las horas para dormir.

Este último consejo será clave para mantenerse física y mentalmente fuerte, pues son los inicios con un bebé son escasos de sueño, aproveche todo el tiempo disponible y duerma, incluso si se trata de lapsos entrecortados durante el día. El descanso será indispensable tanto para atender las demandas del pequeño como para hacerlo de buen humor. 

No se descuide a sí misma ni a su pareja


Ser madre no implica dejar de ser mujer ni esposa, separe un espacio para dedicarse a sí misma y a su pareja; por tendencia, las primerizas acostumbran a descuidar su apariencia y dejar a los padres en un tercer plano, lo que termina generando problemas en la relación.

Confíe en las capacidades de su pareja para atender al niño, tómense el tiempo para compartir la experiencia que están viviendo, sus sentimientos y sobre todo, hágale partícipe de la crianza, a fin de cuentas el bebé es de ambos.

Evite enloquecer con la lactancia


No confunda el apego con su pequeño con la obligación de lactar, si bien la lactancia materna es importante y necesaria, su instauración o mantenimiento durante el tiempo que se desea no siempre es posible; no se aflija ante críticas si se ve obligada a recurrir al amamantamiento artificial, ni se sienta culpable.

El vínculo madre / hijo es cuestión de actitud, aunque la lactancia lo fortalece, el cariño y la atención que brinda ofrecerle un biberón bien dado a su pequeño, puede igualmente ser beneficioso para el objetivo.

No cometa los clásicos errores


La falta de información o exceso de celo, suele conllevar a cometer muchas equivocaciones; obsesionarse con esterilizarlo todo, abrigar demasiado al bebé, mantener en silencio absoluto la casa mientras el pequeño duerme durante el día, son algunos de los más comunes.

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