¿Cómo ser una mujer madura emocionalmente?

¿Has pensando que quizá jamás llegues a ser madura emocionalmente? ¿Te asusta pensar que jamás podrás manejar tus emociones como lo hacen otras mujeres? No te preocupes, no importa que edad tengas, la madurez emocional se puede aprender, y aquí te enseñaremos cómo.

Todos hablan de la madurez y de que ésta solo se consigue con la adultez, pero ¿cómo se llega a esa etapa? No es tan difícil determinarlo, pues las personas tienen algunas características particulares que permiten saber que ese momento ya está presente en sus vidas, y si está tardando podemos hacer mucho al respecto.

Cuando se trata de las mujeres, hasta los especialistas en comportamiento humano indican que ellas suelen ser más maduras que los hombres, por muchas razones, incluidas las relacionadas con la ciencia en sí.

Algunas veces, las chicas pasan toda su vida queriendo tener la certeza de que son maduras. Tampoco es recomendable perder tiempo valioso descifrando esto, pero existen algunos elementos presentes en toda mujer, que dan luces para saber si se está en la etapa de la madurez.

En Mejor Mujer, vamos a brindarte una lista de las 16 características más importantes que posee una mujer que ya ha alcanzando la etapa de la madurez.

#1. Es responsable


Este aspecto es determinante para saber cuándo una mujer es madura. Con la responsabilidad llegan otras características como la puntualidad, pagar las deudas, ahorrar, cubrir las necesidades básicas, etc. No solo eso, sino que es responsable con sus amigos, familiares, su trabajo.

La responsabilidad también tendrá una importante base a la hora de tomar decisiones fundamentales en el futuro.

#2. Conocerse a sí misma


Es un aspecto que no solo es importante en las mujeres maduras, sino en las personas en general. Saber cuáles son las virtudes y los defectos y actuar en base a ello, evitará tropiezos y engaños, así como las excusas. Una persona madura es incapaz de mentirle a los demás, mucho menos a sí misma. Las mujeres suelen tomarse muy en serio ese elemento, pues les ayuda a abrirse paso en ámbitos que la sociedad les ha obstaculizado.

#3. Ser respetuosa a los compromisos


Muy relacionado con la responsabilidad. Ser una mujer madura es mantener los compromisos, cumplir las metas y saber lidiar con las situaciones complicadas y difíciles que se presentan como obstáculos en el camino. La madurez es una fase que no es fácil, pero con los autoanálisis que hagan las chicas sobre ellas mismas, se puede llegar más rápido.

#4. Se toman decisiones de manera exacta


Por supuesto, que de los errores se aprende y mucho. Pero cuando se es madura, la mujer tiene la capacidad de tomar las mejores decisiones, las que mejor les convengan dentro de su propio panorama y entorno. Antes de dar pasos importantes, revisa, explora, evalúa y se basa en hechos por encima de los sentimientos, los cuales no deben privar.

En cualquier caso y sin importar los resultados (positivos o negativos), una mujer madura asumirá las consecuencias de sus actos de forma firme y sin buscar excusas o echarle la culpa a otros.

#5. Es capaz de oír las opiniones de otros


Una mujer madura no tiene por qué cerrarse completamente, sin querer escuchar lo que tienen que decir los demás sobre ciertos aspectos, los llamados consejos. De hecho, es recomendable estar atentos a ellos y que sirvan para evaluar las propias experiencias y comparar las situaciones. Aportan mayor sabiduría, aunque al final solo ella será capaz de tomar las decisiones que mejor le convengan. Hay que saber ser humilde.

#6. Posee seguridad en sí misma


Pero esas opiniones tampoco deberían generar un impacto negativo en la mujer madura, porque solo ella sabe cómo manejar la forma en que las procesa. Una chica que se conoce no permite que lo que digan otros, dañen su autoestima, ni mucho menos, limitará sus objetivos y metas. La felicidad no depende de alguien más.

#7. Vive en plenitud


Adiós a las inseguridades, los miedos, lo que opinen las personas tóxicas. Todo es parte de vivir y es lo que hace una mujer completamente segura de sí misma. Y prefiere disfrutar cada momento de su ser haciendo cosas que la lleven al límite, que la pongan a prueba, que la inviten a saber que cada día cuenta.

#8. Ya no se deprime por cualquier cosa


Estar vivo es sentir. Se suele pensar que las mujeres siempre reprimen sus sentimientos, lo cual es equivocado. No hay que contenerse, hay que dejar fluir lo que se siente, pues es una forma de conocerse a sí misma. Aprender es crecer.

#9. Experimenta


Experimentar se trata de arriesgarse a hacer cosas que generan miedo. Claro, es un sentimiento negativo, pero una mujer madura toma esa sensación y la transforma en momentos que ayudan a crecer. Por ejemplo, comenzar esa clase de baile que aterraba porque no se quería hacer el ridículo, tratar de llevar la fiesta en paz con personas que no han sido amables antes, realizar viajes a sitios lejanos, etc.

Atreverse a dar esos pasos van agregando situaciones que sirven para acumular momentos inolvidables y que son la base para evolucionar.

#10. Sabe manejar los pensamientos negativos


La incertidumbre, el no saber o empezar proyectos difíciles siempre van a generar pensamientos negativos, aunque sean pocos. Lo importante es saber qué hacer con ellos. Las energías existen y enfilar los pensamientos hacia la fatalidad, puede incidir en el resultado final.

Controlar estos episodios es vital para que todo marche de la mejor manera posible. Caer en todo un laberinto de negatividad no aporta nada más que ansiedad y estrés innecesarios. Hay que refugiarse en lo positivo y rodearse de personas que brinden ánimos. Una mujer madura ya es capaz de hacer todo eso sin que ello le cause problemas.

#11. No juzga de primera a los demás


Cada persona es un ser individual, una mujer madura sabe correctamente que no hay que juzgar a simple vista porque cada quien tiene su propia historia. Comprender, ponerse en los zapatos del otro es lo que hace alguien con madurez.

La amistad ayuda a evolucionar en ese aspecto. Por ello, es buena idea rodearse de toda esa persona querida que se elige para establecer vínculos afectivos de por vida.

#12. Lleva registros de su vida sin ningún temor


Los especialistas recomiendan a las personas llevar diarios o escritos de todo lo que ocurre en sus vidas. No importa si es malo, pero la idea de escribir cada situación vivida, sirve como un recurso para liberarse, combatir la ansiedad y expresar todos los sentimientos que ello genera.

#13. Solo elige lo que le conviene


Primero ella y segundo ella. Una mujer madura tiene los conocimientos básicos que le permiten ocuparse siempre de ella y luego, ayudar a otros, sin abandonar sus objetivos. Suele pasar que las personas se dedican a contribuir con la felicidad de otros, pero abandonan sus propósitos. Eso no está bien. Se requiere de mucha madurez para asumir que cada ser tiene sus objetivos y quiere cumplirlos en la medida de lo posible.

#14. Se permite vivir cada emoción y cada momento


Tristeza, rabia, frustración, negatividad, son sentimientos malos y que causan mucha ansiedad, pero es necesario vivirlos. Acá lo que realmente importa es saber cómo y no quedarse atascadas en esos procesos. Se deben vivir como especies de duelos, todo pasa y fluye. Si no se sabe cómo avanzar, lo mejor es buscar la ayuda de un profesional para que brinde las herramientas necesarias para salir del “hoyo”.

#15. Se rodea de personas que le sumen


Una mujer madura está tan segura de sí misma, que sabe qué es lo que le conviene en el aspecto amoroso. Entiende que no puede tener noviazgos o compromisos con personas que no saben valorarla. Las rupturas suelen ser complicadas en muchos casos y dolorosas. Pero una mujer madura aplica los recursos necesarios para tomar la decisión de continuar.

Tampoco se debe sentir en la obligación de estar con alguien con quien no es feliz. La vida es corta y desperdiciarla con una pareja que no brinda sonrisas, amor y respeto, sencillamente no vale la pena.

#16. Sabe manejar la relación con su familia


A veces los problemas provienen de la misma familia y eso puede impactar negativamente a una mujer. Por ello, está en ella saber cómo gestionar esas dificultades sin que la afecte. Una reconciliación con un pariente, respetar las distancias, son importantes para estar en paz consigo misma. 

Cada persona es diferente, pero la madurez tarde o temprano llega. Es trascendental caminar la senda hacia la felicidad real. 

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