¿Cómo ser una Mejor Hija?

No hay regalo más bonito para cualquier madre que tener a una buena hija a su lado. Las buenas hijas se caracterizan por ser atentas, obedientes, cariñosas y juiciosas, trayendo como resultado que sus padres se sientan orgullosos de ella.

Como toda etapa de la vida, las relaciones entre padres e hijos son maravillosas cuando son pequeños, todo es color de rosa, los niños son tiernos y siempre quieren estar con sus padres, estar y compartir con ellos en todo momento. 

Sin embargo, al llegar la etapa de la adolescencia, estas relaciones se vuelven cambiantes, los jóvenes generan nuevos intereses y el pensar independiente junto con las ganas de volverse adultos entran en juego. 

Mantener vínculos nunca ha sido una tarea fácil, especialmente en cuanto a madre e hija se trata. Las mujeres son seres sensibles y emocionales que encuentran refugio y apoyo entre ellas mismas, no obstante, durante el desarrollo de las niñas pueden ocurrir dos situaciones. La niña (ahora adolescente) puede fortalecer los lazos con su madre o por lo contrario se puede distanciar de ella.

En este artículo de MejorMujer.Net te diremos, a ti joven adolescente en proceso de descubrirse como persona autónoma e independiente, como ser una buena hija o hijo; además de evitar los conflictos innecesarios entre tus padres y tú. 

#1. Comunica tus emociones y perspectivas


Busca el momento adecuado para expresarles a tus padres cómo te sientes.

Este es un punto crucial y de suma relevancia, sobre todo en esta etapa donde ya no eres visto como un bebé si no como una persona con cierto nivel de madurez. Ya no puedes llorar o crear berrinches (rabietas) para conseguir lo que quieres; debido a esto tu oratoria o manera de expresarte tienen que ser coherentes y convincentes.

En este momento te preguntarás “pero ¿cómo puedo hacer eso, si mis padres me invalidan en todo momento?”. Pues, en estos casos es importante que no te dejes caer y hacer notar tu presencia como un participante más, con mucho respeto expresa la forma en la que tus padres te hacen sentir cada vez que te quitan arbitrariamente tu voz y voto; de esta forma, la próxima vez en la que se puede llegar a presentar una situación parecida ellos lo tendrán en cuenta. 

Si exteriorizar tus emociones de forma oral no resulta cómodo o te causa nerviosismo por la reacción que puedan causar, escribe una carta. 

Expresarte de forma escrita y compartir tu perspectiva de las situaciones en este estilo de comunicación también puede ayudarte, sin embargo, sigue practicando la mejor manera o la que más se acople a ti para interactuar de forma oral. 

#2. Confía en sus juicios


Los padres siempre tienen la experiencia necesaria para guiarnos, y todos sus consejos son para bien, confía en ellos y en lo que te dicen.

Una vez aprendas a comunicarte con tus padres, en muchas ocasiones no estarán de acuerdo con tu forma de pensar o de comportarte. Esta situación puede causar sentimientos de rabia o frustración, pero no te dejes controlar por las emociones del momento. 

Recuerda, ellos fueron educados y se desenvolvieron en espacios distintos al tuyo, por eso adopta una posición neutral y escucha lo que quieren decir. 

Por otro lado, si eres una persona pasional (tus emociones son fuertes y te guían a la hora de hablar) lo mejor sería desistir en ese momento de continuar con la conversación, podrías utilizar frases como “en este momento no puedo seguir hablando” o “necesito calmarme primero y después continuar con esto”

De esta forma, principalmente demostrarás educadamente que el tema te genera desagrado o molestia, pero especialmente que no quieres iniciar una discusión sin sentido.

#3. Demuestra tu autonomía e independencia


Llegará un momento en el que deberás demostrar a tus papás que realmente te han servido sus enseñanzas, cuando sea la hora de independizarte, hazlo y agradéceles por todo, no los olvides nunca y procura verlos con mucha frecuencia.

Ser buen hijo no consta solamente de no pelear con tus padres o no causarles preocupaciones; también, podrías incluir en tus tareas maneras en las cuales ayudarlos, ya sea realizando quehaceres o deberes del hogar como limpiar la casa, lavar los platos, pasear al perro o sacar la basura; todo esto de forma voluntaria, sin la necesidad de que ellos lo soliciten. 

Ahora bien, supongamos que no quieres realizar los deberes del hogar, si eres mayor de edad o con la edad suficiente para trabajar, consigue un empleo; no tiene que ser uno de tiempo completo, solamente uno que te permita contribuir en tu casa, ya sea para comprar víveres o para satisfacer tus necesidades sin contar con los ahorros de tus padres. 

Por lo contrario, hay padres que no están de acuerdo con que sus hijos trabajen sin haber culminado la universidad o los estudios secundarios (bachillerato, high school). Si este es tu caso, demuéstrales mediante buenas notas, buen comportamiento, condecoraciones u aspectos semejantes, lo que ellos quieren ver; es decir, hazlos sentirse orgullosos de tus logros. 

#4. Ten actos cariñosos


Los padres necesitan mucho amor, es lo único que esperan de sus hijos, el amor hacía los padres es el acto más grande y genuino.

A la gran mayoría de los padres, en especial a las madres, les encantan los gestos afectuosos. Por eso, tener gestos o actos de este estilo es excelente, sobre todo si han discutido recientemente o no tienen la posibilidad de verse todos los días. Demostrarles el aprecio y el valor que tienen es una tarea que se debe realizar la mayor cantidad de veces que se puedan.

No es necesario llevarlos a sitios lujosos o darles un reloj de último modelo para hacerlos sentirse queridos. Puedes incluirlos en tus actividades, por ejemplo, si eres una persona a la que le gusta hacer actividad física invítalos a caminar por la mañana. 

Pídeles ayuda, los harás sentir que siguen siendo una parte importante en tu vida, y que a pesar de tener la edad que tengas siempre necesitarás de ellos. Hazles snacks (aperitivos para merendar) y ten una tarde tranquila donde te puedan contar de su día y viceversa. 

Mensajes de “buenos días”, diciendo “te quiero” o “te amo” también son una excelente opción para hacerlos sentirse especiales. Si eres una persona que prefiere el contacto físico, abrazarlos sin previo aviso o sin razón alguna es una buena forma de demostrar el cariño que les tienes. 

Si quieres hacerlos sentir como las personas más especiales del planeta y mostrarle a los demás lo especiales que son, llevarlos a una cena fuera de casa y elogiarlos por el conjunto de ropa que usan, la colonia y cualquier otro aspecto físico generará que, además de sentirse valorados, se sentirán atractivos también. 

Existen una infinidad de actividades, regalos y cosas que puedes hacer para demostrar tu aprecio hacia tus padres, pero ten en cuenta que son personas sencillas y que cualquier opción que escojas será de su agrado, pues la único que realmente quieren y esperan es pasar tiempo contigo, tal cual como cuando eras un pequeño niño que los veía como héroes.

#5. Confía y sé honesto con ellos


Jamás les ocultes algo a tus padres, siempre puedes confiar en ellos, son tu mayor refugio y de ellos saldrán los mejores consejos para tu vida.

A medida que vas creciendo, puedes sentir que tus padres no te entienden o que no saben cómo ayudarte de la forma que deseas y por eso en diversas ocasiones los excluimos y los vamos desplazando poco a poco de nuestras vidas. Esto es totalmente normal, no te sientas abrumado o mal hijo por hacerlo, cada quién vive sus etapas de manera distinta. 

Sin embargo, tienes que darte cuenta de lo siguiente, esos sentimientos de incomprensión solamente se encuentran en tu mente, ellos vivieron y se abrieron camino por medio de situaciones muy similares a las que tú puedes estar viviendo, reconoce y aprecia la experiencia que pueden tener. 

Ten la seguridad para comentarles tus incertidumbres, miedos e inquietudes; tus padres son uno de los mayores soportes que tendrás a lo largo de la vida. 

Ten presente que tus progenitores siempre querrán guiarte y obtener tu bienestar, por esta razón harán el mayor esfuerzo en escuchar detenidamente y con compresión para aportar la mejor solución o el mejor consejo para generar tranquilidad y hacerte sentir seguro. 

Ellos tratarán de ser objetivos y de no juzgarte; sin embargo, si llegas a sentirte juzgado exprésalo, porque en ocasiones estos sentimientos surgen por un mal entendido. 

Al empezar a considerar a tus padres como tus amigos o personas con las que puedes ser totalmente honesto, sin miedo a ser juzgado por la forma en la que te sientes o piensas, en lugar de verlos como enemigos o personas que solamente quieren “controlarte”; los lazos que los unen como familia se fortalecerán y la relación se desenvolverá de una manera natural y con armonía. 

Finalmente, hay que tener presente que tanto tú como ellos siguen siendo personas y puede ser que en ocasiones (a pesar de querer actuar lo más racional posible) las emociones ganen y se generen escenarios desagradables. 

Lo importante en estos, es tener la capacidad de saber pedir perdón y no guardar un rencor innecesario, todos son diferentes y hay que aprender a convivir con esas diferencias, sin perder la individualidad y cariño.

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